Respuesta a: Imponer las cosas a tus hijos.
Amaia, me alegra te haya parecido interesante mi artículo "Educar en Libertad" ( http://www.nuriaaragoncastro.com/content/educar-en-libertad-%C2%BFqu%C3%A9-estimula-el-sentimiento-de-libertad ) Y, especialmente, el poder ver y sentir en tus líneas que es un tema sobre el que has reflexionado mucho.
Por supuesto, claro que veo lo que comentas, la postura que expones. Hay tantos casos así...
Los hijos desde la más temprana edad, ven y observan todas nuestras reacciones, todo lo que hacemos. Somos un ejemplo para ellos. Y si nosotros o alguno de los dos padres en su vida privada no actúa abierta y sinceramente, no muestra en sinceridad lo que hace, siente y piensa; si quiere dar una imagen de "buena madre", "buen padre", "buena esposa", "buen compañero", "triunfad@r", etc., en vez de ser sincero 100% en todo momento, lamentablemente los hijos acaban actuando de una forma muy similar pues nuestros actos calan muy hondo en el subconsciente de ellos. Y así de simple aprendemos a actuar de forma enfermiza y contraria al amor y a la felicidad.
Yo creo que esto es lo primero que tendríamos que ver en esos casos de rebeldía, de actuar a escondidas, sin sinceridad o cerrados a la otra persona que comentas. (Por cierto, yo también conozco a muchas familias con esos problemas y yo misma lo tuve en mi adolescencia)
Por supuesto el actuar cuando educamos con presión, castigo o represión no es para nada una buena respuesta pero una u otra vez los hijos necesitan una frontera. De hecho, incluso me atrevo a decir que casi todo lo que hacen lo hacen para ver dónde está la frontera. Tanto con los padres (educación), como con los estudios, los amigos, el deporte, la música, la imagen, el sexo, la sociedad, el alcohol, las películas -un buen ejemplo son las de miedo- etc.
Entonces, en estos casos, es posible que lo mejor ante estas situaciones sea una respuesta fuerte y contundente para terminar la eterna búsqueda del límite respecto a ese tema, permitiendo de este modo que el niño pueda seguir creciendo en consciencia en vez de quedarse enfrascado en un tema. Permitiendo que deje una dirección concreta para que pueda moverse en todo un espacio. Algo que suele dar a la larga una sensación de libertad. También para que se entrenen y aprendan sobre el respeto pues al imponerte en ese punto concreto, el respeto viene automáticamente; sea por miedo o por entendimiento, da igual. El caso es que viene.
Una persona que en su infancia no ha aprendido a respetar, tendrá muchas más posibilidades a que de adulto esté limitado en amistades, sea expulsado en diversos trabajos, pase por bastantes parejas de forma traumática, sea infiel, agresivo o adicto a algo, tenga una enfermedad más o menos crónica, etc., etc., etc.
Respecto a lo que comentas casi al final de "(...) En cambio, si ven que tú les dejas elegir a ellos, pero que al hacer "x" cosas te están decepcionando y también se están perjudicando a si mismos, se sentirán peor y se lo pensarán dos veces antes (...)" te pregunto: ¿No crees que eso puede provocar un sentimiento de culpa en ellos? ¿Que es otra forma de actuar infringiendo miedo con la intención de buscar una reacción? ¿Una forma de manipular sin plena sinceridad? Yo creo que eso transmite el mensaje subliminal de "Nosotros somos los buenos y ellos los malos que han hecho algo que nos ha hecho daño o decepcionado" cuando en realidad, si uno se siente mal NUNCA es por lo que el otro ha hecho sino por nuestra forma de interpretar, entender o aceptar las cosas.
Considero que el ofrecer o el tener sentimiento de culpa es una de las cosas que más daño hace a la humanidad, separando a las personas hasta crear todo tipo de guerras, rivalidades o cerrazón. Todo lo contrario a la que creo es nuestra meta, no como padres, educadores o niños, sino como personas: el ser felices y entender y amar abiertamente a todos.
También te diré que en esos supuestos que pones es claro que los niños no han entendido las explicaciones de los padres. En mi artículo incido sobre este tema:
"(...) Entrenándonos con la comunicación hasta que capten el mensaje de que todo límite, toda decisión impuesta la haces, la hacéis, por el bien de todos, por el bien de la armonía comunal o familiar, por beneficio para nuestros hijos, no para nuestro propio beneficio ni para nuestra comodidad ni liberación o alivio de nuestros miedos.(...)"
Si los niños no piensan que sus padres quieren lo mejor para ellos, que son "buenos", es porque claramente hay algo erróneo en el pensamiento y sentimiento de dichos niños. Y nosotros, como padres, deberíamos de dar la máxima prioridad a aclarar y limpiar este problema antes de que dañe tremendamente no sólo nuestra relación con nuestros hijos sino también la psique de ellos. ¿Mi consejo aquí? Ofrecerles un sistema educativo y de vida con mayor fuerza interior, con más filosofía, con más ética y por supuesto, desarrollar más estos aspectos en nosotros mismos.
La rebeldía es normal, natural. Inherente en el ser humano. Está siempre en la naturaleza humana. Pero es nuestro deber como padres darles a nuestros hijos el sentimiento de que no somos sus enemigos. Y de que no estamos "demasiado" chapados a la antigua. Hemos de aprender a hablar en su lenguaje, en su forma o nivel de entendimiento, en su igual... Regalarles el sentimiento de compañerismo, de que les entendemos... Todo niño ha de tener respeto a sus padres si queremos crezca como un adulto "sano".
Sólo nosotros, los padres (los dos) somos responsables de ello.
PD.- Si hablo en masculino es por una forma de comodidad del lenguaje pero me refiero tanto a masculino como a femenino. A padres como a madres. A niños como a niñas.