Respuesta a: La violencia de negar la violencia. Integración versus Negación.
PARTE 2
Si la búsqueda de la "santidad" nos lleva inevitablemente a darnos de morros con su opuesto ¿qué podemos hacer?. Pues sólo podemos hacer lo que hemos venido a hacer a este planeta: aprender a Amar.
Y sólo podemos Amar mediante la integración de nosotros mismos y del mundo que vemos.
¿A qué nos referimos con "integrar"? Pues sencillamente a ACEPTAR SIN JUZGAR.
¿Difícil, eh?
Aceptarnos sin juzgarnos. La búsqueda de la "santidad" pierde sentido, porque si me acepto sin juicios, haga lo que haga, YA SOY SANTO. Siempre lo he sido, simplemente por existir, pero no me daba cuenta. Creía que tenía que cambiar, que mejorar, que dejar de comer esto o aquello, que meditar o que hacer yoga.
Aceptar a los demás sin juzgarlos. Nuestros hermanos también son Santos, coman lo que coman, hagan lo que hagan. Lo que veo en ellos es porque está en mí, entonces, ¿tan poco me quiero que he de andar criticándome continuamente? ¿viéndome como mala o ignorante en tantos de mis hermanos?
Entonces pierde sentido el concepto de "lucha". Si lucho es porque no acepto.
En consecuencia, ya no salgo a manifestarme pidiendo la abolición de las corridas de toros, ni me pongo a rebuscar en la red para encontrar datos atroces acerca del maltrato animal que me permitan aterrorizar o culpabilizar a quien come un huevo o un filete. Dejo de andar por el mundo con una campana de alerta señalando a mis hermanos todo lo que está roto o en mal estado.
Recordemos una frase mítica: "LO QUE RESISTES, PERSISTE, LO QUE ACEPTAS, SE TRANSFORMA".
Cuanto más en contra estoy de algo y menos lo acepto, y más me rasgo las vestiduras y más ataco a quien lo hace, y más lucho para que deje de suceder...MÁS LO ESTOY REFORZANDO.
Porque por reacción a mi ataque se genera una fuerza opuesta de sentido contrario todavía mayor.