Yarisa, coincido contigo! Ya estamos iluminados en el origen, sin embargo, creo que después de ejercitar, muy, muy libremente el libre albedrío, hemos generado un sin fin de deudas kármicas que nos sirven de barrera para vivir en la iluminación. Estas deudas son como capas de cebolla que nos envuelven impidiendo que veamos la Luz en el interior. ¿A qué luz te refieres si no? Tengo entendido que los Santos ven esta Luz en su interior constantemente. Si ya fueramos santos iluminados ¿no estaríamos viviendo en la Edad Dorada, donde el Reino del Amor incondicional sería que prevalecería, sin sufrimientos, ni dolor?
Con amor
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