Respuesta a: ¿Por qué no puedo tener novio?

#5423
nuria
Miembro

Hola Amor. Al leer tu post entiendo que eres un padre / madre con un@ hij@ de 13 años que desea tener novi@ y besarse con él / ella, asunto que no es de tu agrado y que le expones reiteradas veces calmando sus sentimientos de frustración periódicamente.

(A partir de ahora hablaré como madre / hija para no volverme loca con el sexo de las palabras)

Tengo 2 hijos adolescentes que ahora tienen 17 años ella y 16 él. Considero que en ambos se está desarrollando su sexualidad de un modo sano.

Mi criterio respecto al sexo (sea en forma de vestiduras, darse la mano, abrazarse, besarse, acariciarse o más) y respecto a todo en general es que hagan lo que hagan, lo importante es que lo hagan con la máxima consciencia y responsabilidad posible para ellos.

A toda hija le llega el momento en que le apetece estar más con otra persona ¿Cuándo? No hay una regla fija, según lo que hayan visto en casa, según su entorno, según su madurez mental y hormonal... Y supongo que en las ciudades será mayor aún pues hay más estimulación e información por doquier en anuncios, tiendas, prostitución visible, gente, etc.

Yo a mis hijos siempre les he permitido que lo vivan, tuviesen la edad que tuviesen. Mi prioridad primera ha sido estimular la comunicación. Una comunicación abierta y sincera entre ellos y yo. Intentando que ellos no se sientan bichos raros, enfermos mentales, frustrados ni nada de nada. Pues si no hay una comunicación abierta y sin temor, no hay espacio para otra posibilidad. De hecho, considero que gran parte de las enfermedades mentales sexuales que hay ahora (y traumas provenientes de ello) provienen de una falta de comunicación sobre el tema, con plena confianza entre padres e hijos. Y creo que no hace falta que sean los dos (padre y madre) los que tengan que hablar abiertamente con la hija del sexo. Con uno basta. Además, creo que es muchísimo mejor que nos escuchen a nosotros a que escuchen sólo lo que dicen del sexo sus amigos, novelas, comics, cine, revistas, internet, etc. Ellos están especialmente abiertos a este tema y todo lo que escuchan respecto a la vida sexual les llega muy adentro. Que se "llene" primero de mensajes y pensamientos sanos y respetuosos pues... ¿Qué sabemos de cómo viven la sexualidad la familia de sus amigos? Hay tantos traumas, abusos, agresividades sexuales y demás que asusta.

¿Y cómo voy a protegerles si no pueden hablar o expresarse abiertamente?

Una vez dado este paso de comunicación abierta donde los hijos no se sientan impotentes, frustrados, criticados o maniatados, el que nuestros hijos tenga novios, se besen, etc., ya no es tan importante.

Entiendo que es parte de la naturaleza el que toda persona desee conocer, explorar, desarrollar su sexualidad. Y me parece vital que cuando lo hagan, tengan la posibilidad de comunicarse abiertamente con nosotros sin sentirse coartados. Guiándoles nosotros en un camino siempre paralelo, no en el de ellos, para que no lo vivan como algo sucio, basura, irrespetuoso, banal, etc. Sino para que exploren, experimenten y aprendan. Donde les enseñemos y hablemos de ciertas "reglas" o mejor dicho, de ciertos marcos de acción que ya de adultos les ayuden a vivir en armonía sea con otra persona como pareja, con varias, o con ninguna.

Es decir, intento guiarles y estimularles a actuar con respeto hacia sí mismos y hacia los demás, con honor y responsabilidad, a evitar provocar dolor a otra persona, a reparar inmediatamente cualquier dolor estimulado, a aprender a comunicarse abierta y sinceramente, a no "salir corriendo" ante una crisis, inseguridad o dificultad...

Y para mí, permitirles explorar la sexualidad entrenándose en estos valores / actos es algo muy, pero que muy espiritual. ¡Ojalá los practicásemos en todo!

Y si en esa comunicación entre padres e hijos ambos opinan diferente y alguno de los dos no se siente satisfecho con el resultado obtenido, no pararía hasta llegar a la unidad. Hasta que entre madre e hija (por continuar con el ejemplo) no hayan llegado a un acuerdo mutuo que les ofrezca unidad. (Aquello tipo: "Vale, suelto la mano en esto y esto pero el límite está aquí. O el marco de posibilidades o lugares en que puedes hacer esto o aquello es...")

Con la sexualidad hay que tener muchísimo cuidado. 1º porque es una fuerza muy poderosa, imparable, que en la ropa o una mera sonrisa o mirada ya se expresa. 2º porque vivimos rodeados de ella, lo que hace que no podamos esconder la cabeza. 3º crea muchos traumas o satisfacciones, según hayamos aprendido a enfocarla. Y estos se manifiestan muy fuertemente en la vida adulta (independientemente de si luego practicamos el coito o no, tenemos pareja, amantes, vivimos en celibato o somos castos)

Por ello, a nuestros hijos jamás les vale el cómo fue en nuestra época o incluso el cómo nosotros lo vivimos en el pasado o en el presente (aunque son especialmente curiosos de ello, je, je). Perciben nuestros miedos, nuestros problemas, nuestros gozos y aprendizajes... Cada día es un día nuevo y éste siempre está lleno de todas las posibilidades existentes. Nuestros hijos siempre pueden sorprendernos gratamente. Sólo tenemos que darles la posibilidad de que lo hagan.

Es un post algo largo pero es que es un tema tan delicado...

Para acabar, me gustaría que el lector releyese lo que está en negrita.