[nuria]

Amada Gema... Gracias a ti por tu confianza puesta en mí, por amarme, por tu amistad, por escribir en este foro y, sobre todo, por "verme" ¡Imposible de describir lo bien que le sienta eso a mi mente y a mi corazón!

Cariño, lo que comentas es algo muy, muy usual. Cuando uno recoge energía, normalmente no la usa en crecer espiritualmente, sino que la gasta "derrochándola" en cosas aceptadas socialmente o en distracciones.

El camino espiritual es muy sencillo y consiste tan sólo en mantener el fuego de la llama, del anhelo, encendido a cada inspiración... Es como si, cada vez que pasásemos conscientemente de plano, cada vez que "subiésemos un peldaño", tuviésemos que pagar un bloque de "energía" extra por ello. Energía que no solemos tener por gastarla en banalidades.

Y es que, aunque suene triste, lo cierto es que vivimos en una sociedad donde se considera "tonto" a aquel que quiera vivir volcado en la espiritualidad. Digamos que la gente entiende que uno no hace nada si se dedica, por ejemplo, horas diarias a estar sentado meditando. Y esto puede calar tan hondo, que consciente o inconscientemente puede llevarnos a dar prioridad a hacer otras cosas antes que a volcarnos a nuestro desarrollo espiritual. Pero, ten por seguro amiga Gema, que lo único realmente provechable de todo lo que hacemos es, el tiempo dedicado a la meditación, el tiempo dedicado a facilitar el crecimiento espiritual de otras personas (incluyendo familiares), el tiempo dedicado a cumplir con nuestras responsabilidades mundanas (trabajo y atención familiar)

Así que, a mi parecer, lo mejor es "pasar de todo", no hacer caso a las reclamaciones de la sociedad, amigos ni de nuestra mente, no tener en cuenta las críticas y aprender a vivir haciendo sólo aquello que nos lleva a conocer, ver y vivir la meta de la vida. Y una vez que ya estás allí, a mantenerte y a facilitar que otros puedan "llegar"

Cuando uno va creciendo en el camino espiritual, aprende a ver y a dar prioridad a lo que le beneficia antes de a lo que le gusta. La cosa más sabrosa del mundo acaba volviéndose insustancial si no nos beneficia... Al principio, es una cuestión única y exclusivamente de disciplina pero te aseguro que merece la pena inmensamente...

Aprender a vivir con discernimiento pero sin juzgar, no es simple. Pero sólo con verlo, ya se anda el camino.

Besos y todas mis bendiciones