Os copio aquí la respuesta que di a una persona que me preguntó en Facebook "¿Cómo podemos tratar a los que nos hacen mal? ¿Lo mejor no es alejarnos de ellos?":
Mi respuesta:
Cada uno ha de valorar su capacidad ¿Te imaginas a un Maestro espiritual de los planos altos o a una persona realizada apartándose de la gente porque le tratan mal? Su amor y su compasión es tan grande que se mantiene siempre ahí, disponible para nosotros. Hagamos lo que hagamos y digamos lo que digamos. Y gracias a ello, a su tesón, amor y entereza, podemos transformarnos...
Igual deberíamos de ser cada uno de nosotros. Si uno puede hacerlo, todos podemos hacerlo.
A mi parecer, lo mejor en situaciones así es centrarnos internamente en nuestra espiritualidad y diálogo espiritual y, externamente, entrenarnos en la paciencia, la aceptación y la tolerancia hasta que nuestro interior transmute el exterior o el karma haya sido limpiado.
Pero de "nada" serviría todo esto que te pongo si, por ejemplo, en vez de coger esa línea de acción y pensamiento coges la de la crítica constante o incluso decides suicidarte. Entonces, lógicamente, veo mejor el alejarnos. Pero la lección de dominar nuestra mente y por tanto, nuestras emociones y nuestras acciones, tendremos que aprenderla tarde o temprano así que... ¿Para qué "volver a repetir curso" o desperdiciar un día en llegar a la auto realización y no coger "el toro por los cuernos" ya?
Grande es aquel que sabe sacar su amor y vivir la paz interior y la felicidad, independientemente de donde esté y con quién esté. De las circunstancias externas... Y el entrenamiento práctico para lograr eso se lleva a cabo precisamente en circunstancias difíciles y desagradables. No vivimos para alimentar a nuestra mente (gustos, ego), sino para alimentar a nuestro espíritu, llegar a la auto realización y facilitar el que otros lleguen a ella. Sólo así crece el Amor verdadero.
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